Fourth Week of Advent: A Celebration of Love

A reflection by the CTA Immigration Working Group.

“As the Father loves me, so I also love you. Remain in my love. If you keep my commandments, you will remain in my love, just as I have kept my Father’s commandments and remain in his love. I have told you this so that my joy may be in you and your joy may be complete. This is my commandment: love one another as I love you.” John 15:9-12

Love is at the heart of the Christmas story: God sent his only Son, Jesus, as an act of selfless love to redeem the world. We reflect on how Jesus calls us to love one another as he has loved us. This season encourages us to embody God’s love through acts of kindness, compassion, and forgiveness, extending that love to family, friends, and those in need. Advent love invites us to open our hearts to receive God’s love anew and share it generously, preparing to welcome Christ with a heart full of gratitude and grace.

Immigrants desperately seek to make better lives for their families through selfless acts of love. They also build relationships through social connections and community, helping them to integrate and find a sense of belonging. Those who oppose immigrants and refugees often perceive acts of joy and love within immigrant families and communities as forms of resistance, as celebrating a cultural identity that is alien, thus creating negative narratives instead of acceptance and appreciation. We must recognize that love is expressed in multiple ways, including a love for the USA, and embrace cultural exchange and enrichment. Love on our part challenges prejudices and promotes understanding.

“I happen to believe that God is love, that love is God. Hate is too much of a burden to bear. If you start hating, in the end, how are you going to decide who you are going to hate today and love tomorrow? When you fail to accept the Christian doctrine of love and nonviolence as a way of life, as a way of living, and merely a tactic, it becomes like a faucet that you can turn on and off. Love in action, Christian love, is a better way, a more excellent way, and it’s more redemptive.” ---John Lewis

Collective Prayer

Jesus our Redeemer, today you call us to welcome the members of God's family who come to our land to escape oppression, poverty, persecution, violence, and war. Like your disciples, we too are filled with fear and doubt and even suspicion. We build barriers in our hearts and in our minds.

By your grace, help us to banish fear from our hearts, that we may embrace each of your children as our own brother and sister; that we may welcome migrants and refugees with joy and generosity, while responding to their many needs. Help us to realize that you call all people to your holy mountain to learn the ways of peace and justice. May we share of our abundance as you spread a banquet before us, and may we give witness to your love for all people as we celebrate the many gifts they bring.

We praise you and give you thanks for the family you have called together from so many people. We see in this human family a reflection of the divine unity of the one most Holy Trinity in whom we make our prayer.

Cuarta Semana de Adviento

Una Celebración del Amor

“Como el Padre me ama, así también yo los amo. Permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa. Este es mi mandamiento: ámense unos a otros como yo los he amado.” Juan 15:9-12

El amor está en el corazón de la historia de Navidad: Dios envió a su único Hijo, Jesús, como un acto de amor desinteresado para redimir al mundo. Reflexionamos sobre cómo Jesús nos llama a amarnos unos a otros como él nos ha amado. Esta temporada nos anima a encarnar el amor de Dios por medio de actos de bondad, compasión y perdón, extendiendo ese amor a familia, amigos y quienes están en necesidad. El amor de Adviento nos invita a abrir nuestros corazones para recibir el amor de Dios de nuevo y compartirlo generosamente, preparándonos para acoger a Cristo con un corazón lleno de gratitud y gracia.

Los inmigrantes buscan desesperadamente hacer mejores vidas para sus familias por medio de actos de amor desinteresado. También construyen relaciones mediante conexiones sociales y comunidad, ayudándoles a integrarse y encontrar un sentido de pertenencia. Aquellos que se oponen a inmigrantes y refugiados a menudo perciben actos de alegría y amor dentro de familias y comunidades inmigrantes como formas de resistencia, como celebración de una identidad cultural que es ajena, creando así narrativas negativas en lugar de aceptación y aprecio. Debemos reconocer que el amor se expresa de múltiples maneras, incluyendo el amor por los Estados Unidos, y abrazar el intercambio cultural y el enriquecimiento. El amor de nuestra parte desafía prejuicios y promueve entendimiento.

“Creo que Dios es amor, que el amor es Dios. El odio es una carga demasiado pesada para soportar. Si empiezas a odiar, al final, ¿cómo decidirás a quién vas a odiar hoy y amar mañana? Cuando fallas en aceptar la doctrina cristiana del amor y la no violencia como forma de vida, como forma de vivir, y meramente la tomas como una táctica, se convierte en una llave que puedes abrir y cerrar. El amor en acción, el amor cristiano, es un mejor camino, un camino más excelente, y es más redentor.” — John Lewis

Oración Colectiva

Jesús nuestro Redentor, hoy nos llamas a acoger a los miembros de la familia de Dios que vienen a nuestra tierra para escapar de la opresión, la pobreza, la persecución, la violencia y la guerra. Como tus discípulos, nosotros también estamos llenos de miedo, duda y hasta sospecha. Construimos barreras en nuestros corazones y mentes.

Por tu gracia, ayúdanos a desterrar el miedo de nuestros corazones, para que podamos abrazar a cada uno de tus hijos como nuestro propio hermano y hermana; para que podamos acoger a migrantes y refugiados con alegría y generosidad, respondiendo a sus muchas necesidades. Ayúdanos a darnos cuenta de que llamas a todas las personas a tu monte santo para aprender los caminos de paz y justicia. Que compartamos de nuestra abundancia mientras tú organizas un banquete ante nosotros, y que demos testimonio de tu amor por todas las personas mientras celebramos los muchos dones que traen.

Te alabamos y te damos gracias por la familia que has reunido de tantos pueblos. Vemos en esta familia humana un reflejo de la unidad divina de la Santísima Trinidad en quien hacemos nuestra oración.

Next
Next

Advent Reflections: A Response to: Expecting a Movement From God